martes, 5 de febrero de 2013

"WE ACCEPT THE LOVE WE THINK WE DESERVE."

Frase genial la del título, de una película que he visto hoy y me ha encantado, “The Perks of Being a Wallflower”. 
¿No os pasa a veces que, de entre las muchas películas que veis, descubrís una de la que os gustaría forma parte en la vida real? 
A veces porque nos sentimos identificados, porque nos gusta, porque lo envidiamos o simplemente porque nos llegan al corazón pero, a mí al menos, hay películas que digo “ojalá viviera esa situación”. Es entonces cuando una película pasa de gustarme y tener que puntuarla en filmaffinitty para acordarme de que la he visto y de cuánto me gusto, a formar parte de mi vida y mis recuerdos que no se irán (¡Y eso es un logro con la memoria que tengo!).

Viendo al protagonista de esta obra, “Charlie”, tan ansioso de tener amigos y ser aceptado y querido, con tantos problemas y traumas a su espalda y lo único que quiere es ser normal y encajar en esta sociedad en la que vivimos actualmente, me pregunto qué está pasando con la humanidad.
¿Cómo es posible que estas cosas tan horribles pasen? ¿Cómo hemos evolucionado para alabar al bruto y guapo por encima del inteligente y profundo? De seguir a aquellos cuyas características físicas envidiamos, a cuyas mentes puede darle mil vueltas la nuestra, preferir formar parte de grupos mayor aceptados socialmente que de grupos en los que nosotros seremos mayor aceptados dentro, poner la opinión general por encima de la nuestra y de nuestras creencias y principios, incluso… dejar que el sentimiento que aflora en nuestros corazones al no encajar en el entorno en un momento determinado de nuestra vida, se ponga por encima de ella, por encima de nuestra vida.


Siento un desgarro emocional tan fuerte al pensar en aquellas personas, impotentes ante las circunstancias que les da la vida, que deciden acabar con la suya…
¿No saben lo bonito que es el mundo? ¿lo bonito que es vivir? ¿No lo saben?
Tanto por descubrir, tantas cosas diferentes, tantos momentos, idiomas, paisajes, culturas y personas que enriquecerán nuestra existencia... Y tan corta ésta.
Me dan pena, me dan pena porque quizás estas personas no lleguen a saber nunca lo que es vivir un momento de felicidad absoluta, donde te sientes dichoso y nada más importa, sólo tú, ese momento, y la grandeza que puede llegar a envolver tu alma desde adentro. Por estos momentos es por lo que merece la pena vivir, porque los has sentido o para luchar para llegar a vivirlos algún día. En estos momentos, toda la lucha que has hecho hasta ahí, habrá valido la pena.

Os dejo con una de las escenas de la película, donde el protagonista vivió uno de estos momentos y expresa muy bien lo que siente diciendo “And in that moment, I swear we were infinite”. La música es de David Bowie, “Heroes”.

http://www.youtube.com/watch?v=8bZdm8asYSk


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